Recordemos que en la Gran Depresión el desempleo en Estados Unidos había llegado a un valor de 25% de la población económicamente activa, como ocurrió en 1933. El "crac del 29" ocurrió en la Bolsa de Wall Street el 24 de octubre de 1929 y fue llamado el "jueves negro", porque ese día la bolsa americana se desplomó y además siguió cayendo durante varios días en forma acentuada y continuó así por mucho tiempo. Recién se recuperó en 1954.
La crisis económica se fue desatando después y, aunque originada en Estados Unidos, afectó a los países del mundo entero. La caída de la producción llegó en muchos casos al 60 %, un gran número de bancos quebraron y muchas empresas también.
Todo esto se superó finalmente por cambios macroeconómicos y planes de trabajos públicos. En 1936 se publicó la Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero, de John Maynard Keynes, que reflejó lo que la teoría económica clásica no había logrado despejar: que puede haber un equilibrio macroeconómico, pero con desempleo, lo que hasta entonces no se concebía. "El desempleo se ajustaría con la baja de los salarios", según la teoría clásica, lo que no ocurrió. Ese aspecto requirió un punto adicional de J. M. Keynes que, hablando de los supuestos de su modelo, agregó: "Los salarios no son flexibles a la baja".
La última crisis del desempleo americano se produjo con "la crisis de las subprime", cuyo origen se gestó lentamente a partir de 1992 y se aceleró mucho a partir de 1999, después de que Estados Unidos eliminara la división entre Bancos de Inversión y Bancos Comerciales, "para no perder competitividad respecto de Europa". Esta ley, que estaba vigente desde 1933 en Estados Unidos, la "Glass-Steagall Act", no permitía que los bancos comerciales les prestaran dinero a los bancos de inversión, pues entonces se podría producir una explosión parecida a lo que ocurrió en la crisis de 1929. Al eliminarse esta ley, todos los bancos fueron integrados. Ahora se conoce que Donald Trump quisiera volver a sacar una ley como era la original de Glass-Steagall.
Las hipotecas subprime fueron consideradas por las agencias de rating, como Standard & Poors o similares, como que tenían garantías del 100% en inmuebles. Pero esto no consideraba la cadena de préstamos de los bancos regionales, que después se colocaban y recolocaban en créditos de los grandes bancos como papeles comerciales con garantía, con los adecuados CDS (Credit Default Swaps) que dependían de la calificación. Por este motivo, con tasas de interés de la FED (el Banco Central de Estados Unidos) que había bajado hasta 1% anual por la crisis de las puntocom todo funcionó adecuadamente y las hipotecas subprime llegaron al 20% del total de hipotecas.
A partir de ese momento la FED, por la situación macroeconómica, comenzó a subir las tasas de interés, las que llegaron hasta 5,25% anual. Esto hizo que los deudores subprime no pudieran pagar sus hipotecas, con lo que se inició esa crisis en 2008, con la quiebra de Lehman Brothers, un banco global y muchos otros bancos e instituciones de crédito y empresas. El desempleo aumentó mucho y, a pesar de todos los esfuerzos que se hicieron, igual llegó al 10% de la población económicamente activa.
Con los anteriores presidentes y sobre todo con Donald Trump el desempleo fue bajando y ahora está en 3,5% de la población activa, uno de los más bajos del mundo en la actualidad. Pensemos que 5% es la tasa de desempleo estructural, o sea, que debajo de ese valor hay un desempleo muy bajo.
Hasta ahora hubo influencia política para bajar las tasas de interés de la FED hasta 0,1% anual e incluso tasas negativas en algunos países. Actualmente se ha frenado una posible suba de tasas frente a la posible desaceleración de la economía americana.
Estimamos que esta crisis, que se inició en 2007, puede durar al menos hasta 2020, según las proyecciones macroeconómicas más reconocidas. Esperemos que las reacciones de los aranceles con China vayan llegando a su fin y que los demás problemas internacionales de EE. UU., que son varios, como el problema con Irán, encuentren una solución. De esta forma se podrá ir cumpliendo el pronóstico de una recuperación normal de la tasa de interés americana y del resto de su economía.