Flavia Royón, la nueva secretaria de Energía, anunció que para los sectores medios y altos que no tengan subsidio, las subas se darán en tres tramos, a partir de septiembre
La agenda de la semana prevé también dos estaciones postergadas. La flamante secretaria de Energía, Flavia Royón, aseguró ayer que no habrá aumento para el nivel de bajos ingresos. Y que, para los sectores medios y altos “que no tengan subsidio”, las subas se darán en tres tramos, a partir de septiembre, y podrían ir desde $1200 a $5000.
Subrayó, también, la importancia de reducir el déficit. “El problema por el que no hicimos los anuncios fue que todavía no tenía el decreto de la designación de la Secretaría y era un papelón anunciarlo sin siquiera haber sido designada”, justificó un funcionario cercano a Massa, respecto del anuncio postergado. Sin embargo, en el Frente de Todos sumaron que había algunas diferencias que se saldaron en las últimas horas.
Otra cuestión inconclusa es la del Secretario de Programación Económica, o viceministro de Economía, como se lo llama coloquialmente. Mucho se habló del viaje de Gabriel Rubinstein y de la necesidad de esperar a su regreso para tener definiciones. Pero eso se produjo el jueves que aterrizó en la ciudad de Buenos Aires. Lo que se omitió es que estaba en Bariloche y de haberlo querido no se trataba de un destino lejano del que no podía regresar.
“Rubinstein va a estar en mi equipo y no importa dónde. Lo que sí es claro es que no quiero que me corran por los diarios”, se enojó Massa cuando le preguntaron las razones de esta segunda medida demorada. Él asegura tener a la persona y guardar el anuncio a futuro. Algunos de los sondeados ya admitieron haberle dicho que no.
La relación con los empresarios es otro eje que viene y tendrá varias aristas. Por un lado, mañana se anunciará una inversión china en una fábrica de fertilizantes. Un dato menor si no fuera por el país de origen de ese desembolso para un ministro con buena llegada a Estados Unidos. También habrá novedades en la relación con el campo. Después del primer encuentro en el quincho de Fadeeac (entidad de transporte de cargas), lugar que se ocultó como una cuestión de Estado y que fue elegido por el secretario de Economía del Conocimiento, Ariel Sujarchuk, solo una cosa le quedó clara al campo. El Gobierno tomó nota que son un sector clave de la economía al fin y, más allá de diferencias irreconciliables respecto del devenir del país, Massa les habló con el pragmatismo de quien necesita de dólares como el país del campo.
Con el corazón no basta, retrucó uno de los líderes de la mesa de enlace que espera el segundo encuentro para tener medidas concretas.
Algo similar ocurrirá en los próximos días con aceiteras y otros “fabricantes de dólares”, como llaman en el mundo Massa a los sectores con balanza positiva. Mientras tanto, hay otra luz de alarma que se enciende en el sector productivo y que en la Unión Industrial Argentina siguen con atención: en todas las cadenas de valor empieza a romperse la rueda de insumos. Todavía no es alarmante porque consumen stock, pero sí podría serlo si no se corrigen las demoras y falta de dólares de manera urgente.
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De esto tomaron nota en la Secretaría de Comercio, donde habrá novedades en los próximos días. Algunas serán en el terreno de los fuegos artificiales y otras en las cuestiones con las que Matías Tombolini busca identificar su gestión. Después del relanzamiento el viernes del plan de cortes cuidados de carne -con acuerdo con el sector cárnico y precios de referencias-, se trabaja en un nuevo plan de precios cuidados, pero más del estilo de la gestión de Augusto Costa. Es decir, más como marco de referencia de precios y menos como control estilo Guillermo Moreno.
Habrá novedades, también, en materia tecnológica con la idea de que los consumidores puedan tener referencias. “Después de la era de los intendentes en las góndolas se viene la de las fotos de los consumidores. Ojalá fuera tan simple”, ironizó uno de los principales retailers ante la consulta de LA NACION. Se buscará implementar alarmas tempranas para los faltantes en góndola, en un país que tendrá un piso del 90% de inflación.
Por otro lado, desde la Aduana detectaron 722 empresas con supuestas irregularidades en comercio exterior y empezó a correr un lapso de sesenta días para que den respuestas. Se sumarán nuevas denuncias con nombre y apellido a la que ya formalizaron desde el organismo que lidera Guillermo Michel, con la presunción de que a río revuelto hubo ganancia de especuladores.
El equipo económico tiene por estos días una misión que está escrita en el cuaderno de Massa y que les recuerda en los whatsapps que sus funcionarios reciben tanto a la 1 AM como a las 6 AM: “En economía no hay tiempo y el crédito se agota demasiado rápido”. Claro que no se refiere al crédito en pesos que emite el Central.
José Del Rio
LA NACION