Este martes el proyecto de reforma constitucional en La Rioja avanzará un nuevo casillero. Por delante sólo quedará la última sesión de la Convención. Y si todo sigue como el gobernador Quintela sueña, el 20 de julio se jurará la nueva Constitución, y estarán más cerca de cumplirse sus deseos de permanecer en el poder por un tercer mandato, y de generar el escenario para condicionar al poder judicial y a la prensa.
Aquello que el kirchnerismo -y puntualmente Cristina Kirchner- pretendió para el país, será una realidad en una provincia gobernada por el peronismo desde hace 41 años.
La propuesta de la nueva Constitución sorprende con definiciones como el “Derecho al agua potable” y el “Derecho al Deporte” de los riojanos, dos cuestiones tan básicas que para muchos constitucionalistas resultan de innecesaria inclusión, combinadas con apelaciones modernistas a los “macro datos” y a la “democracia digital”. Como si La Rioja viviera simultáneamente en dos tiempos históricos distanciados por siglos, y la inteligencia artificial pudiera llegar antes que el agua potable.